El Kilimanjaro National Park es sin duda un destino de máximo interés para los aficionados al senderismo que a su ascenso piensan dedicar al menos 5 o 6 días de sus vacaciones, mientras que el trekking corto, de un solo día, no es una etapa obligatoria de un safari. Sin embargo, si los horarios de los vuelos lo permiten, es un destino adecuado para el día de la salida, sobre todo para quien tiene ganas de moverse después de los largos recorridos en coche en los parques. Para disfrutar del paseo, bastante caro dadas las elevadas tasas del parque, sirven botas de senderismo y es indispensable tener a disposición todo el día. Una alternativa válida, sin duda menos costosa, es visitar los pueblos a las faldas del Kilimanjaro, donde encontrar no los wa-tussi (!) sino los Chagga, tribu de origen Bantu que junto con los Masai está instalada en la zona desde hace milenios.

Es bueno saber que, durante el trekking corto, la cima del Kilimanjaro es visible sólo para quien, llegado a la Mandara Hut, recorre otro sendero de aproximadamente media hora, pero es indispensable tener la suerte (rara) de un día sin nubes. En los días soleados se puede admirar el Kilimanjaro también desde Moshi y alrededores, sobre todo por la mañana temprano o por la tarde antes del atardecer, cuando el cielo es más fácilmente terso. El despegue y aterrizaje desde el JRO International Airport también ofrecen vistas inolvidables de la cima mítica, si la hora y el clima son favorables.

El parque es rico en fauna, pero los animales de la sabana son muy difíciles de ver, así como los pájaros, que es posible interceptar el canto, pero que es muy difícil de observar en el denso bosque.