El área de Lake Natron es uno de los lugares más sugestivos de todo el continente africano: un lago espectral, cuyos orígenes se remontan a hace un millón y medio de años, profundo no más de 50 cm, que se extiende por 58 km de largo y entre 15 y 24 km de ancho desde Kenia hacia Tanzania, cambiando su color, su forma y su superficie en función de las lluvias y de la estación. Sus aguas están lejos de ser atractivas: alimentadas principalmente por el río Ewaso Ng’iro en el extremo norte, se evaporan rápidamente debido al clima árido, y se caracterizan fuertemente por una química inusual, debido a más de 20 fuentes subterráneas procedentes del volcán Ol Doinyo Lengai, 20 km al sur del lago. Mezclas fundidas de carbonatita de sodio (natrón) y sales de carbonato de calcio llegan al lago a través de un sistema de fallas, confiriendo a las aguas un nivel alcalino casi igual al del amoniaco y una temperatura que puede alcanzar los 60 °C.
Muy pocas especies animales logran vivir en un ambiente similar, que es el hábitat ideal para algunos microorganismos, como el alga espirulina, que tiñen de rosa y rojo el agua poco profunda, y para los flamencos menores, que del alga espirulina se alimentan, y que contribuye a la rosa de sus plumas. La seguridad del lugar, inaccesible a los depredadores, lo convierte entre agosto y octubre en el lugar de reproducción y nidificación de flamencos menores del mundo: en África oriental viven más de dos millones de flamencos menores, es decir, tres cuartas partes de la población mundial, ¡Y la mayoría de ellos nacieron en el lago Natron! La supervivencia de los flamencos menores pasa de la protección del lago Natron a las tentaciones de explotación del sitio para la extracción de la sosa. Además de los flamencos, en el hábitat extremo de las aguas del lago ha logrado ambientarse sólo una especie de peces, la tilapia endémica de labios blancos (Oreochromis alcalica).El paisaje que caracteriza el lago Natron WMA es uno de los más vívidos testimonios de los orígenes geológicos del Rift Valley, sobre el cual desteta el volcán, negro de lava, que en contacto con el agua se transforma en brillante ceniza blanca, Sugestivo tanto que merezco el nombre de Ol Doinyo Lengai, o sea, Montaña de Dios. El contraste brillante que lo caracteriza se debe al hecho de ser el único volcán del mundo cuya lava está constituida por carbonatita de sodio (natrón), similar al petróleo, que fluye desde sus laderas a una temperatura que, para un volcán, se puede considerar fría ¡(500 °C frente a los más de 1.000 °C normales para la lava)!
Aunque no es un parque para visitar por la fauna, durante las excursiones se ven con facilidad cebras, gacelas y otros animales.